12.03.2008

Las veces que quise no supe entrar.
Y ahora que ya sé, no estás.

Te fuiste, dejando un rastro de amor. Una cama imperfecta y la mañana llena de pájaros. Te fuiste. Dejando eco entre los dos. Y me dejaste estudiando la anatomía de la melancolía.
Memorizando tus frases y repitiendo palabras, recuerdo el número de las diferentes partes de tu cuerpo.
Esa marca en tu espalda que fabricamos, juntos, los dos.
No fue hace tanto.
Te fuiste, y me dejaste, esa mañana.
Anatomía de la melancolía.

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