11.12.2008

Todos los días de tu vida tenés motivos para reír y motivos para llorar, razones para sufrir y razones para gozar. De tu libertad depende la elección: podés elegir entre sufrir y llorar, apenarte por todo lo que te falta y por todo lo negativo que te pasa y te rodea; y podés decidir reír, gozar y disfrutar por todo lo que tenés y por todo lo bueno y positivo que pasa a tu alrededor. En esto está en juego el rol fundamental del uso de tu libertad: porque si sólo la usás para elegir el color de tus zapatos, o para una película que vas a mirar, la estás malversando, porque no la invertís en lo fundamental.